Las nutrias acompañarán a Dory

Destiny: Podrá ser una nadadora torpe, pero tiene un gran corazón. Vive en el Instituto de la Vida Marina. Se siente avergonzada por su falta de gracia, producto de su mala visión.

Hank: Es un pulpo sin sentido del humor que, a pesar de tener sólo siete tentáculos, es tan competente como el resto de los pulpos que tienen ocho tentáculos. Sólo quiere una cosa: un lugar en un camión que lo transporte hasta un acogedor centro en Cleveland, donde disfrutará de una pacífica vida en soledad.

Bailey: Es la ballena beluga residente del Instituto de la Vida Marina, quien está convencido de que sus habilidades de navegación por sonido están estropeadas.

Las nutrias, enternecedoras y tímidas, podrián ser los seres más abrazables del océano.

Becky: Un excéntrico y alocado pájaro acuático que se siente atraído por Marlin. Pese a que inspira poca confianza, es más inteligente de lo que parece.

Charlie y Jenny son los padres de Dory. La mimaron y protegieron, e intentaron darle las habilidades que necesita para recorrer el mundo con una memoria defectuosa. Jenny puede parecer alegre y un poco frívola, pero es una madre protectora y un modelo de conducta muy inteligente. A Charlie le gusta bromear, pero nada era más importante para él que enseñar a su desmemoriada hija cómo sobrevivir.

Marlin el pez payaso quizá no sea divertido, pero es leal, y comprende que no tiene más opción que empacar su energía nerviosa para embarcarse en otra aventura y ayudar a su amiga.

Dory: La olvidadiza pez cirujano que es súper optimista. Sufre de pérdida de memoria a corto plazo. Destaca por su actitud alegre, hasta que comprende que ha olvidado algo realmente importante: su familia. En Marlin y Nemo ha encontrado una nueva familia.

Maestro raya: Es el maestro del arrecife y amante de la música. Se toma muy en serio la educación de Nemo.

Fluke y Rudder: Son una pareja de leones marinos perezosos que fueron rehabilitados en el Instituto de la Vida Marina. Saben disfrutar de su tiempo libre y prefieren no ser molestados durante su siesta. Son menos malhumorados de lo que parecen.

Crush y chiqui podrían ser las tortugas más geniales de todo el océano. Siempre están dispuestos a ‘darle una aleta’ a un pez que lo necesita.